El 20 de noviembre de 2023 comenzó a regir en el Ecuador el Reglamento asociado a la Ley de Impulso a la Economía Violeta, el cual detalla las pautas que deben seguir las empresas para reforzar, fomentar, y garantizar la integración de políticas con enfoque de género, permitiendo que todas las personas tengan las mismas oportunidades en el ámbito laboral.
En el artículo 17 de este reglamento se estableció la obligación hasta el 31 de diciembre del 2023 para que los empleadores elaboren un Plan de Igualdad, desarrollado y aplicado sobre nueve ejes fundamentales. En este artículo se pretende analizar los cuatro ejes con mayor impacto según mi criterio:
Primer Eje: “La selección y contratación de personal con enfoque de género”
El primer eje se fundamenta en la aplicación del principio de equidad en la organización, el cual busca brindar igualdad de oportunidades tanto a mujeres como a hombres durante el proceso de selección. A través de la creación y ejecución de un plan de igualdad se pretende evaluar, mediante porcentajes, el nivel de equidad en la contratación de diversos puestos, desde mandos directivos, intermedios hasta operativos, así como la duración de los contratos según el género. A su vez, esta evaluación permitirá la implementación de modificaciones en políticas de contratación destinadas a promover el principio de equidad. La principal recomendación en este aspecto sería la introducción de formularios anónimos durante el proceso de recepción de currículums, esto colaborará a que se analicen los candidatos únicamente en función de la experiencia y sus habilidades, eliminando cualquier referencia de la identidad del remitente. De esta manera, se garantizará que la asignación de un puesto de trabajo no esté condicionada por el género del solicitante.
Tercer Eje: “La promoción profesional para generar y/o fomentar la ocupación femenina en cargos directivos, ejecutivos y ascensos”
Su propósito es evaluar si dentro de la organización las mujeres disponen de las mismas oportunidades que los hombres para acceder a roles de liderazgo u otros roles que representen un avance en la trayectoria profesional. Para garantizar un enfoque de género, es crucial implementar una serie de medidas inclusivas y equitativas en las políticas de igualdad mediante programas de mentoría y capacitación específicamente diseñados para mujeres. Estas acciones no solo son fundamentales para promover la igualdad de género, sino que también enriquecen y fortalecen a las empresas al aprovechar todo su potencial humano.
Es esencial fomentar una cultura organizacional que valore y reconozca las contribuciones de las mujeres, ofreciendo un entorno de trabajo seguro que promuevan la diversidad y la inclusión.
Cuarto Eje: “La eliminación de brecha salarial; a igual trabajo igual remuneración”
Este eje busca examinar si la empresa posee una política de remuneración y beneficios sociales que asegure el cumplimiento de los principios de imparcialidad, equidad y ausencia de discriminación basada en el género. La empresa debe adoptar un enfoque transparente y basado en datos. Esto implica realizar análisis periódicos de la brecha salarial de género y abordar cualquier disparidad identificada mediante ajustes salariales justos. Además, es crucial establecer criterios objetivos y transparentes para la evaluación del desempeño y la asignación de bonificaciones y promociones, evitando sesgos de género en todo el proceso.
Octavo Eje: “Prevención de la discriminación, acoso laboral y acoso sexual laboral”
El octavo eje tiene como propósito mostrar si la organización dispone de un entorno laboral sin hostigamiento sexual, discriminación de género o acoso sexual en el trabajo. La empresa debe implementar políticas claras y estrictas que prohíban este tipo de comportamientos y establezcan procedimientos de denuncia confidenciales y accesibles para todos los empleados. Es esencial proporcionar capacitación regular sobre prevención de acoso y sensibilización de género a todos los niveles de la organización, promoviendo una cultura de respeto mutuo y diversidad. Además, se deben establecer consecuencias claras y justas para quienes violen estas políticas, demostrando un compromiso firme de la empresa con la protección y el bienestar de sus empleados.
En un contexto donde la equidad de género en el ámbito laboral se ha convertido en una prioridad, la implementación del Reglamento asociado a la Ley de Impulso a la Economía Violeta en Ecuador marca un hito significativo. A través de medidas como la selección y contratación equitativa, la promoción profesional inclusiva, la eliminación de la brecha salarial y la prevención del acoso laboral y sexual, se desata el potencial femenino, impulsando el éxito tanto individual como colectivo. Estas acciones no solo fomentan la igualdad de oportunidades, sino que también enriquecen la cultura organizacional, promoviendo un entorno laboral seguro, diverso e inclusivo para todas las personas. La consolidación de estas políticas no solo refleja un compromiso con la justicia social, sino que también posiciona a Ecuador como un referente en la promoción del empoderamiento femenino en el ámbito laboral.
MARTINEZPALACIOS CONSULTORES ASOCIADOS S.A.S.